Descubierto el origen franco—hispano del Gran Monarca, descendiente de los antiguos reyes de una y otra nación, probaremos que no sólo es español, sino que en España fijará su trono, aunque haya de ser también rey de Francia y de otras naciones.
Son muchas las profecías que aluden a su nacionalidad española. «Emperador de la estirpe de España y águila ceñida de las Torres de España», le llama Santa Brígida. La profecía de Premol le presenta «montado sobre un León». El Beato Nicolás Factor le llama «gran León de España», y San Anselmo le anuncia bajo la figura de un león coronado. Los intérpretes y comentadores, no siendo franceses, convienen en que será español. Véase, por ejemplo, da Macello en I futuri destini, profecías de Santa Brígida y de Orval.
El célebre vidente conocido por el Sacerdote de Turín, le llama «Aguila de dos cabezas»; otra profecía dice que «se verá venir de lejos el Aguila y el León». Olivario añade que «llevará León y Gallo en su armadura»; y Orval le pide que «una el León a la flor blanca».
«Será llamado del Occidente (Italia) un Rey de gran nombre», dice una profecía hallada en las Catacumbas de Roma. Y este Occidente es España, porque los profetas ponen al Gran Monarca en el Mediodía de Europa, según prueban los siguientes textos, que se hallan en las mejores colecciones:
Un príncipe poderoso del Mediodía llegará a imperar en Alemania». (Profecía alemana). «En el extremo de nuestra desgracia, Dios nos enviará un Salvador del Mediodía». (Otra, alemana). «El Gran Monarca sube al trono de sus mayores, el cual está en el Mediodía». (La Religiosa de Belley). «Allfader (Ser Supremo) creará una tierra nueva, más risueña y agradable; la iluminará un Hijo del Sol» o del Mediodía. (Edda, poema germánico).
El Beato Amadeo dice que la Germanía se unirá con la Ibernia «bajo un Príncipe preordinado de Dios». La palabra Ibernia debe de ser equivocación de copistas, porque en todas las lenguas se escribe Hibernia y todos los copistas la ponen sin h. Además, esta profecía es de 1500, y el nombre de Hibernia se dejó por el de Irlanda en el siglo VIII, y no es probable que el Profeta cometiera tan notable arcaísmo; bien que escribía en latín. Ni el más leve rastro de lo que dice este texto se halla en las demás profecías, antes bien parece ser contraria a ellas esta unión de Alemania con Irlanda, por lo cual parece claro que el verdadero nombre dado por el Beato es Iberia, España, y entonces todo se explica bien. A no ser que el sentido de la frase sea este: «Un Príncipe preordenado de Dios reinará desde España, tanto sobre Alemania como sobre Irlanda».
La profecía de San Isidoro y de Casandra dice que reinará «en la España Mayor»; ya porque Portugal, también bajo el cetro del Gran Monarca, será como la España menor, ya porque entonces volverá a decirse «las Españas», por las autonomías y la extensión de nuestro imperio, y el Gran Monarca tendrá su corte en la Mayor; osea en la actual. «Limpiará a España de los vicios inmundos», dice también esta profecía.
«El Lirio, añade Santo Tomás de Cantorbery, subsistirá y entrará en la tierra del León, privada de ayuda». «Iberia, Iberia, exclama Bug de Milhas, veo crecer tu poder y tu esplendor... El Tajo producirá un guerrero valiente como el Cid, religioso como el tercer Fernando, que enarbolará el estandarte de la fe»...
Este guerrero será el que presentará a los ejércitos del Norte en los Pirineos la tremenda batalla anunciada por el mismo profeta; y victorioso de los impíos, entrará en Francia, venciendo por todas partes a los alemanes y turcos invasores, hasta que en la Westfalia acabe de derrotarlos; después de lo cual irá a Italia, donde será coronado Emperador por el Papa, y de allí a Francia para tomar el cetro de sus antepasados, volviéndose a España después de sentadas las cosas.
Una profecía de una religiosa anónima, adoptada por Dujardín y da Macello dice que «elegirá una capital al Mediodía, y se le dará en (Francia) un regente que será un santo». A esto aluden otras muchas profecías, como en su lugar veremos, de donde se sigue que antes de ser rey de Francia lo será de España. Pruébanlo también los siguientes pasajes:
«He aquí que viene de país extranjero un hermoso joven de la raza de Pepino... y este pastor (el Papa) lo colocará de un modo admirable en el trono de Francia, entonces vacío y abandonado». (Profecía del Abate Verdín).
«Dios es bendecido aún», dice la profecía de Orval; y el Sr. Escolá lo comenta así: «Dios es bendecido aún indica que el Gran Monarca habrá reinado ya al empezar dichas lunas» (o guerra europea y victoria española),
«En una gran tempestad y discordia surgirá un Rey fuerte para dominar la Francia, y llegará a ser Rey de ella». (El Beato Abad Joaquín de Flora).
»Someterá toda la Germanía, y entonces la Gran Casa (Roma papal) estará derrumbándose; pero el Águila vendrá, del Septentrión hacia el Sol (de Alemania a Italia) ceñida de torres de España y acompañada de la muchedumbre de sus polluelos criados en ellas.—At veniet tandem, aquila a septentrione super solen, et ipsa cingetur turribus Hispaniarum, cum multitudine pullorum suorum». (Santa Brígida).
«Vi venir del Oriente (esto es, de Italia, o de la Iglesia) un joven admirable, montado en un León, y tenía en su mano una espada flamígera. Y el gallo (Francia) cantaba delante de él. Y el León puso el pie sobre la cabeza del Dragón» (Profecía de Premol).
Esto es, acabó para siempre con la revolución y la República.
Arreglada Francia, volverá a su corte de España y poco después marchará a la conquista de África y Palestina, según expresan los textos siguientes.
Repitiendo el Dr. D. José María Escolá, en su libro, Las Profecías, etc., comentarios de otros expositores de Esdras, (cap. XII), dice sobre el león que destrozó al águila (esta águila es muy diferente de la antes citada) o imperio mahometano.
«El águila figuraba el imperio romano; y el león escogido por Dios para hazaña tan grande, ¿de quién era figura? Parece (y algo más) que lo fue del Gran Monarca, por cuyo poder ha de ser, según otras varias profecías, exterminado el imperio de Mahoma, y el ser un león, ¿no indica la procedencia de su raza judaica? Y este león, dice el mismo Esdras, es el viento que el Altísimo ha reservado para el fin contra aquéllos, y contra sus impiedades».
Los sectarios de Mahoma «serán vencidos por el reino celeste (Iglesia) y por los romanos (Imperio). Este y la Iglesia de acuerdo habrán decretado la guerra, cuyo principal ejército serán los Crucíferos (Orden religioso-militar que participa del reino celeste y del imperio), y le quedarán sujetos porque este reino será exaltado sobre todos los reinos del mundo». (San Metodio).
«Reinará sobre la casa de Agar, conquistará a Jerusalén, fijará la imagen del Crucificado sobre el Santo Sepulcro, y será el mayor de todos los Monarcas». (San Isidoro y Casandra).
«Jerusalén y el Monte Sión han de ser, reedificados por mano de los cristianos. Quién ha de ser, Dios mismo por boca del Profeta en el décimo—cuarto Salmo lo dice. El Abad Joaquín dice que éste había de salir de España». (De una carta de Colón).
«Saldrá por los tiempos venideros el Rey Católico de España en persona con gruesa armada contra los moros de Africa, y alcanzando de ella una insigne victoria, la reducirá toda a su obediencia» (San Alfonso Rodríguez).
«Tan santo ardor se apoderará de los españoles, excitados por la santidad de la causa, que partirán sin despedirse de sus padres, y sin arreglar sus negocios. La legión más fuerte de este ejército se compondrá de religiosos regulares y seculares (Crucíferos). El cual ejército irá por el estrecho de Gibraltar al Africa... El Rey seguirá su viaje con un ejército poderoso por Berbería... y continuará sus victorias hasta Jerusalén». (San Nicolás).
«Jerusalén será reconquistada por un héroe de la casa de Austria, otro Alejandro en la velocidad, y armado con sus soldados con espada y cruz». (Ven. M. Magdalena de la Cruz).
Todos los textos anteriores prueban lo que muchas veces hemos dicho, sobre todo en nuestras Memorias, fundados en otras razones, esto es, que el triunfo de la buena causa en España será antes que el de otras naciones. A esto parece aludir un pasaje de las profecías de Sor Natividad, el cual dice así:
«Vi en espíritu una vasta sala (nos parece España) que revestidos de albas hermosísimas y finísimas, como para una fiesta solemne; pero no llevaban casullas ni dalmáticas. Iban todos muy peinados y afeitados, manifestando en su semblante una gran alegría, y cantando himnos de júbilo. Leían algunos de ellos en voz alta ciertas composiciones literarias, en verso y prosa, y otros aplaudían la lectura exclamando: «Eso es bueno, es excelente, es de toda bondad, no hay más que decir». Lo leído eran diferentes obras y argumentos compuestos en defensa de la buena causa.
Yo estaba como fuera de mí por el gozo, observando la alegría de ellos. «Muy bien, me decía a mí misma; he ahí un júbilo que anuncia una gran victoria. Sea Dios bendito, y acaben por triunfar su religión y su causa. Al fin el buen orden va a reaparecer». Más cuando yo me abandonaba a tan dulces transportes, vi a mi lado al Niño Jesús, el cual me dirigió unas breves palabras que moderaron de repente el ímpetu de mi alegría. Llevaba en su derecha una cruz muy gruesa, y mirándome con tristeza, me dijo:
«Hija mía, no tengas tan gran confianza, porque pronto verás grandes cambios. No se han acabado los males, no se ha llegado al fin como ellos piensan. No, créeme, no ha llegado todavía el tiempo de cantar victoria; la aurora apunta ya, es verdad; pero el día que seguirá, ha de ser hosco y tempestuoso».
Dice la vidente que el Niño Jesús representaba una edad como de tres años; sin duda era esto figura de que aquella dicha era muy pequeña, comparada con la que vendría después; la visión puede aplicarse también a la falsa paz que dicen hemos tenido con la llamada restauración, durante la cual, buena parte del clero juzgaba casi llegados los tiempos felices, y muchos hacían gran fiesta y en sus escritos nos presentaban las instituciones corno si fueran el antemural de la Iglesia de Cristo. Esto aparte, lo dicho hasta aquí prueba de la manera más terminante que el Gran Monarca, el vencedor de Europa, Africa y Asia, será Rey de España y tendrá en ella su trono. De todos los puntos tocados en este artículo tendremos que ocuparnos extensamente en otros escritos; aquí se han puesto las autoridades proféticas para probar sólo que el Gran Monarca será Rey de España antes que de Francia, y que fijará su residencia en España.
Apología del Gran Monarca 2ª Parte,
paginas, de la 183, a la 188.
P. José Domingo María Corbató
Biblioteca Españolista. Valencia-Año 1
Sobre la precisión cronológica el testimonio más explícito es el de la Beata Isabella Canori-Mora. Ella dice lo siguiente como revelado por el mismo Cristo:
El Señor quiso consolar a su sierva con la seguridad del triunfo de la Iglesia, diciéndole en 1821: “Voy a renovar a mi pueblo y a mi Iglesia, voy a enviar celosos sacerdotes que derramaran mi espíritu para renovar la faz de la tierra. Voy a reformar las Ordenes por medio de hombres santos y sabios. Voy a dar a mi Iglesia un nuevo PASTOR que, lleno de mi espíritu y animado de mi celo, ha de guiar mi grey.
Y, por último, le certificó que tal obra no tardaría DOSCIENTOS AÑOS en llevarse a feliz término, como ella pensaba, sino que el Señor abreviará ese tiempo en gracia a la oración y penitencia de los hombres: “El tiempo está en mis manos… Ora y mortifícate…, que el tiempo no está tan lejos como tú crees.”
¡Luego esa transformación de la Iglesia y renovación de la sociedad tendrá lugar después de 1921 y antes del 2021!.
PROFECÍAS SOBRE EL GRAN MONARCA
El gran monarca
Uno de los temas más apasionantes, de la historia futura, es la aparición del Gran Monarca, cuyos títulos múltiples en la profecía, son consoladores. El Gran Celta, le llama Nostradamus. Muchas profecías le llaman el Gran Guerrero. el Guerrero del Norte, el Caudillo del Tajo, el Gran Rey, el Príncipe Deodato.
No sólo interesa el personaje y su linaje real, sino sus obras y su Imperio Sacro-Romano. La cuestión de la aparición de este Gran Personaje, es un hecho con muchos precedentes proféticos. Veamos algunos.
ES UN REY OSCURO NO POR LINAJE SINO POR NACIMIENTO.
La Profecía de Sor Rosa Asdante, dominica de Colomba, nos describe su alcurnia vagamente: “La Revolución debe extenderse a toda Europa, donde ya no habrá calma, HASTA QUE LA FLOR BLANCA, haya subido de nuevo al trono de Francia”.
La famosa Elena Walfraff de Colonia, que murió en santidad en 1801, nos lo describe: “Un Príncipe, que habrá quedado inapercibido hasta entonces y cuya casa habrá sufrido mucho por la desgracia de los tiempos, traerá esta Paz a la tierra”.
Su característica es la de UN REY ASCETA Y PENITENTE.
El Padre Nectou profeta jesuíta, nos da una pista en el linaje. Se trataba de la muerte de Luis XVI y del Delfín, que la historia y los acontecimientos, dieron por muertos, extinguiendo por lo tanto, la línea directa de la sucesión monárquica francesa.
La Madre Geoffroy, escribió comunicando al P. Nectou, la muerte de Luis XVI y la del Delfín. El padre que conocía por don profético, cómo se iban a desarrollar los sucesos futuros, contestó: “Hija mía, me habéis puesto en gran embarazo; habéis enredado mi hilo en el punto donde estaba más enredado: EL NIÑO NO DEBIA PERECER”.
Y ésta parece la confirmación de muchos otros videntes, quienes aseguran que Luis XVII, o el Delfín, no murió en la Torre del Temple. De aquí conclusionan muchos autores, la línea descendiente para el Gran Monarca.
La Venerable religiosa Trapense muerta en 1828, nos da la pista, y el Santo y Seña del Príncipe: “Vi la capital de París, incendiada saqueada, asolada. A esta vista, me espanté de manera que creí que íbamos todos a perecer, pero la voz me dijo: No temas que tengo miras de misericordia sobre Francia. Voy a darle un Rey, según mi Corazón. Hará entrar todo en orden y en el deber devolverá todos los bienes usurpados de cualquier género que sean, lo que será muy fácil, por haber perecido en el gran combate, la mayor parte de los que poseían, y los supervivientes, horrorizados por el castigo de los demás, reconocerán el daño de Dios en estos sucesos y admirarán su Omnipotencia. Muchos se convertirán. En aquel momento, vi un joven que me pareció tener unos 33 años. “Era de una belleza encantadora y de una presencia que anunciaba una cosa grande y majestuosa. Al mismo tiempo me dijo la voz: “Ve ahí, al que yo guardo de todos los peligros, para la felicidad de Francia”. Entendí que tenía los dos nombres de LUIS CARLOS: se salvó de la Torre de Temple, y de ahí partió a Sicilia, donde fué instruido por los Jesuítas. En 1801, entró ,en Francia siendo arrestado y puesto en prisión; y se escapó de ahí, porque Dios lo proteje y conserva para nuestra dicha. No volverá a Francia sino después del Gran Combate y será conducido por el Emperador de Rusia, a la cabeza de un lucido ejército. He visto otro ejército de realistas Franceses que iban delante del primero para recibir al Gran Monarca y al reunirse ambos ejércitos en los aires, oí los gritos de “Viva la Religión! “¡Viva el Rey!” y luego unas arias tan maravillosas que creí que eran Conciertos Celestiales. Formará una estrecha alianza con el Emperador de Rusia, que se hará católico y los dos emplearán su poder para bien de la Religión. El tiempo de estos trastornos será de tres meses y el de la Gran Crisis, en que triunfarán los buenos, momentáneamente. Y todas las injusticias de cualquier naturaleza que fuesen, se repararán, lo que será muy fácil por haber perecido en el combate la mayor parte de los malos. La religión, florecerá inmediatamente, de un modo admirable. He visto sobre el particular cosas tan preciosas, que me faltan expresiones para explicarlas”.
La Profecía de San Remigio, parece que se refiere a que el Gran Monarca ha de ser de extirpe francesa: “Nuestros principales doctores convienen en anunciarnos que hacia el fin de los tiempos, uno de los descendientes de los reyes de Francia, reinará en todo el Antiguo Imperio Romano, Y QUE SERA EL MAS GRANDE DE TODOS LOS REYES DE FRANCIA Y EL ULTIMO DE SU RAZA”.
La profecía del Padre Calixto, nos recuerda una rama que podía ser francesa: “Una flor de Lys, sale radiante de una nube. Gloria a Dios. La fe renace, un hombre, instrumento de Dios ha vuelto a encender esta lumbrera. Felices los qus hayan sobrevivido. Gloria a Dios”.
El beato Bartolomé Holzháuser, nos pinta su obra: “Y aquel poderoso monarca que debe venir de parte de Dios, reducirá la República a la nada, y subyugará a todos sus enemigos. Lleno de celo por la Iglesia de Cristo, unirá sus esfuerzos a los del futuro pontífice, para la conversión de los infieles y herejes. En el tiempo de este triunfo de la fe católica y ortodoxa, florecerán gran número de Santos y de doctores; los pueblos amarán la justicia y la equidad, y la paz reinará en la tierra por espacio de muchos años, hasta la venida del Hijo de Perdición. Es necesario ¡Oh! servidor de Dios, que se cumpla lo que yo os digo, no por que yo lo digo, sino porque Dios así lo ha decretado, lo ha resuelto y ordenado absolutamente”.
La famosa Profecía de San Cesáreo, nos describe al Gran Monarca en una alianza formidable, con el Gran Pontífice : “Entonces, brillará el rayo de la Misericordia Divina, pues la Suprema Justicia, ha herido a todos los malos: llega EL NOBLE DESTERRADO el dado por Dios, sube al trono de sus antepasados de donde lo había arrojado la malicia de los hombres depravados. Recobra la corona de Lys refloreciente y por su valor invencible, destruye a todos los hijos de Bruto, cuya memoria perecerá para siempre. Después de haber colocado su Sede en la ciudad pontifical; el Rey de Blois, volverá a poner la tiara real en la cabeza del pontífice Santo, amargado por el acíbar de la tribulación, quien obligará al clero a vivir conforme a la disciplina de los tiempos apostólicos. Unidos los dos, de corazón y de espíritu, harán triunfar la Reforma del Mundo, iOh Dulcísima Paz! Vuestros frutos crecerán hasta el fin de los Siglos”.
La religiosa de Belley que ya hemos mencionado, también lo augura: “El Gran Monarca sube al trono de sus padres. Se coloca el Trono hacia el Mediodía. A su voz, todos se apaciguan. Levántense de nuevo, los altares, renace la religión, destruidos y confundidos los malos, se reparan las injusticias. El gran Monarca, lo ha salvado todo con su mano reparadora. Es corta su gloria, no hace más que pasar, nació en la desgracia. En el año de 19.. le sucede el Hijo del Destierro. Entonces, se le dará la paz a Francia; más el fin de los tiempos no estará lejano”.
El mismo Padre Souffrand, dejó escrito de su puño y letra, un vislumbre profético: “Se armarán las potencias extranjeras y avanzarán contra Francia viniendo los Rusos a abrevar sus caballos al Rhin, pero no lo pasarán. Los Generales franceses, depondrán sus armas, tan luego como se les muestre el Gran Monarca. Este es, de la rama primogénita de los BORBONES y no hará más que tomar la Corona para colocarla en la caza de su heredero directo”.
La Profecía del Monje de la Abadía de Saint-Germán de París, que murió en olor de santidad, el primero de julio de 1420 nos lo describe también.
PROFECIA DE JERONIMO BOTINO. Después de transcurridos cuatro siglos y más, la tierra será desolada y la Iglesia estará en lágrimas. El Pastor será herido y disperso el rebaño. Pero el rocío descenderá del Cielo. Los Altares de Belcebú serán destruidos y los operadores de la iniquidad, espantados, perecerán. Un hijo de Sangre de Reyes, perteneciente a la extirpe de Artois, gobernará a Francia, con prudencia y honor, y el Espíritu del Señor estará con él”. San Francisco de Sales, recogiendo el espíritu tradicional o profetizado en la oración fúnebre del Príncipe Manuel de Lorena, dijo: “Muchos son los que creen ¡Oh Francia!, que será uno de vuestros reyes, el que dará el último golpe y arruinará la secta de ese gran impostor que es Mahoma”. Parece que María Terraux, vió en una visión profética la bandera de este Gran Monarca. Ella dice: “Encontrándome en un cuarto, se me apareció UNA BANDERA BLANCA CON SEIS FLORES DE LYS”. De todas las profecías expuestas, concluimos e intentamos vislumbrar que el Gran Monarca será de la extirpe Francesa y de la rama de los Borbones. El Delfín de las Profecías, Luis XVII, parece que se anuncia, como el tronco de donde vendrá el vástago, que en el tiempo será el Gran Monarca. No concluímos del todo, que el Gran Monarca, sea completamente francés. Por sus peripecias y por sus destierros, podría ser muy bien de otra nacionalidad. Al considerar la casa real Francesa, los historiadores conceptúan también franceses, a los Reyes de Portugal o de España. Esto, nos pone en claro, el conflicto del Gran Monarca en relación con la familia real francesa. Del trono de Francia, salieron doce Reyes de Navarra, siete reyes de España y varios de Aragón. Siguen siendo Franceses por la ascendencia real borbónica, pero españoles por su cetro y por su poderío. De la grandeza y del poderío de este Famoso Monarca, se vislumbra el resurgimiento, DEL IMPERIO ROMANO. No será Imperio Romano, en el sentido de las grandes legiones y de los Grandes Césares. Ni será imperio romano, porque romanos han de ser sus centuriones y gobernantes. Romano, se le llamará porque desde Roma, por algún tiempo, gobernará el Gran Duque. Porque Roma, dará la forma de este Imperio espiritual. Imperio de las virtudes, más que imperio de las armas. Centro de convergencia del pensar y del sentir. Habrá una espada y una fe. Esa espada será junto al Solio, la del Gran Celta, y esa fé será la comunión de todos los pueblos, bajo la fe de Roma, como cátedra y como doctrina. Por eso, este imperio recordará aquel Sacro Imperio Carolingio, pero será más extenso, más pacífico y más real. Ahora entenderemos el por qué los Santos Padres y muchos Santos, dijeron que a la caída del Imperio Romano, vendrá el Fin del Mundo. Todos estos conscientes o inspirados, hablaban de este Imperio Espiritual Romano. Y así Vienen todas las profecías: Cuando se acabe el Imperio Romano con la muerte del Gran Monarca, vendrá el Anticristo, después el final de los tiempos.
Bajo este epígrafe de Romano, hay que considerar aquel título en las divisas de los Papas de San Malaquias. Se trata del último Papa. La profecía habla de PEDRO ROMANO y parece, que al designar al último papa, se le nombra precisamente, con un adjetivo que todos los Papas, casi han tenido: ROMANO, sera porque sera el ultimo vástago autoritario de aquel Imperio Espiritual. Quiere decir entroncado y bautizado en aquel Pentecostes primaveral de la Iglesia que a la hora de la llegada del Anticristo, ya habrá desaparecido, casi por completo. Ricardo Rasines Uriarte 1960… Y EL FIN DEL MUNDO 1959 (Fundación San Vicente Ferrer)
Profecías sobre El Gran Monarca
En muchas profecías que describen el final de los tiempos y la llegada de una nueva era para la humanidad y el planeta, se menciona a un personaje, que muchos profetas denominan “El gran monarca”, un personaje que algunos describen como un hombre fuerte y justo, que gozará de las bendiciones de Dios y que probablemente participará en la III Guerra Mundial, haciendo uso de armas modernas y logrando la victoria. Además él realizará milagros y prodigios que maravillarán a los mas incŕedulos. Parece ser que este Gran Monarca de la mano de El Papa restaurará el orden y la paz en el mundo y será responsable de que las diversas creencias religiosas desaparezcan, dando lugar a una única religión. El origen o la procedencia de este personaje puede ser centroeuropea, quizá alemana. Son muchas las predicciones que auguran un papel protagonista a Alemania en la restauración del orden en Europa y la pérdida de influencia de potencias actuales como EE.UU. o el Reino Unido.
Santa Brígida de Suecia (1303-1373)
Nuestro Señor quejándose de la decadencia dice a la Santa: _”Mas por los ruegos de Mi Madre les enviaré a estas ovejas, de las que exceptúo a los amigos míos, que solo viven con el cuerpo en el mundo, mi clara voz que predica misericordia, y si la oyeren se salvarán”.
(Celestiales revelaciones, pág. 89).
Un labrador para que venga con el arado… ni temerá la fortaleza de los valientes, ni las amenazas de los príncipes
Nuestro Señor promete a Santa Brígida “un labrador” que destruirá a sus enemigos:
“…pues aquellos mismos que por su primacía o dignidad eran los que solían y debían aplacar a Dios, han caído mucho de su santidad y buen ejemplo y no consideran que Dios Señor de todas las cosas, se hizo pobre para enseñar a menospreciar todo lo del mundo y amar lo del cielo. Mas el hombre, de suyo pobre, se ha hecho rico con falsas riquezas, y todos quieren seguir este camino, siendo muy pocos los que no lo intentan. (Celestiales revelaciones, pág. 89).
Menester es que mis amigos a quienes Yo enviaré, trabajen varonilmente y con presteza.
“Así, pues, el Omnipotente enviará e incitará un labrador a para que venga con el arado, el cual no buscará tierras, ni hermosuras corporales, ni temerá la fortaleza de los valientes, ni las amenazas de los príncipes, ni hará acepción de personas, sino que sin respeto [humano] de nadie, despedazará las carnes de los hombres y dará en el suelo con sus cuerpos, entregándolos a los gusanos y las almas las pondrá en poder de aquel a quien sirvieron. Menester es que mis amigos a quienes Yo enviaré, trabajen varonilmente y con presteza, porque lo que digo no se cumplirá al fin del mundo, como antes anuncié, sino en estos tiempos; y muchos de los que hoy viven lo verán…” ( Celestiales revelaciones, págs. 210-211).
Padre Souffrand (1775- 1828, con imprimatur):
“No os alegreis demasiado de la Restauración, pues vuestro gozo será poco duradero; porque la rama primogénita de los Borbones dejará todavía la nación francesa, lo que estará próximo cuando se reparen los caminos vecinales y se haga la guerra á los Turcos.” (Toma de Argel).
“En el reinado del usurpador habrá un movimiento en la Vendée, de corta duración.” “(sucedió en 1832.)”
“El usurpador será arrojado á su vez, lo que estará próximo cuando se viaje con la mayor celeridad. Yo no sé como se harán esos viajes, pero sí, qué se irá con la velocidad de los pájaros. A la caída del usurpador precederán también movimientos en Italia.”
“Se proclamará entonces la República, pero no durará. Oiréis entonces muchos gritos: los tres dominantes serán: “Viva la República” “Viva Napoleón” y el tercero de todos “Viva el Gran Monarca que Dios nos guarda.”
“Estará muy próxima la aparición de este Gran Monarca, cuando el número de los legitimistas verdaderamente fieles, fuere tan reducido, que realmente podrán contarse.”
“Antes de la venida del Gran Monarca, acontecerán desgracias, correrá la sangre á torrentes en el Norte y en el Mediodía libándose el Oeste por su fe, pero correrá la sangre en el Norte y Mediodía de tal modo, según la veo correr, como la lluvia en un día de grande huracán, y veo los caballos ensangrentados hasta las sinchas.” “París quedara destruido de tal modo, que pasará por él el arado.”
“Entonces entre el grito: «Todo está perdido» y “Todo esta salvo”, no habrá, por decirlo así, intervalo alguno. En aquellos sucesos no tendrán que hacer nada los buenos porque los republicanos serán los que se devoren entre sí.” ,
“El Gran Monarca hará cosas tan estupendas y maravillosas, que los más incrédulos tendrán que reconocer el dedo de Dios. Durante su reinado se hará completa justicia.”
Las desgracias antes predichas serán el fruto de nuestros crímenes; pero sí como lo desea Dios, volvemos á sus caminos y a los de su Iglesia, se disminuirán nuestros males, como ha encontrado el Oeste gracia delante de Dios, en vista de su fe, y por eso se vera libre de los espantosos sucesos.”
“Se servirá Dios del Gran Monarca para exterminar todas las sectas heréticas y todas las supersticiones gentílicas; y para extender, de acuerdo con el Pontífice santo, en todo el universo, la religión católica; excepto en Palestina, lugar de maldición.”
“Despues de la crisis, se celebrará un Concilio general…Enseguida no habrá ya sino un solo rebaño y un solo Pastor, porque todos los infieles y herejes, mas no los judíos, cuya masa no se convertirá sino hasta despues de la muerte de la Bestia, entrarán en la Iglesia latina y conservará ésta su triunfo hasta la destrucción (persecución) del Anticristo”.
En un documento del puño y letra del Señor Souffrand, se ve lo que sigue: (Pág. 244, p. 2.” V. P. t. 2.°)
“Cuando Bonaparte cambie la moneda sera señal de los grandes acontecimientos.”
Se llamará á tomar parte en los sucesos á un joven noble de Bretaña, quien conducirá al Gran Monarca. Los trastornos serán espantosos. Se proferirán gritos sin número, pero los dominantes serán.” “Viva la República” “Viva Napoleón” “Viva el Gran Monarca que Dios nos guarda.” Se perseguirá la Religión, sus ministros se verán precisados a esconderse al menos momentáneamente. La sangre correrá a torrentes en el Norte y en el Mediodía. Veo correr la sangre en diversos lugares, como la lluvia en un día de tempestad. París será destruido entre toda clase de calamidades. El Oeste se verá libre, al menos en parte en consideración á su fe. Vendrá un momento en que todo se verá perdido; pero entonces es precisamente cuando todo se salvará, no habiendo intervalo, por decirlo así: será como el desviar una goleta.
Se armarán las potencias extranjeras (I) y avanzarán contra Francia, viniendo los rusos á abrevar sus caballos al Rhin, pero no le pasarán. Los generales franceses depondrán sus armas tan luego como se les muestre el Gran Monarca. Este es de la rama primogénita de los Borbones y no hará más que tomar la corona para colocarla en la cabeza de su heredero directo.”
Santa Brígida de Suecia (1303-1373)
Nuestro Señor quejándose de la decadencia dice a la Santa: _”Mas por los ruegos de Mi Madre les enviaré a estas ovejas, de las que exceptúo a los amigos míos, que solo viven con el cuerpo en el mundo, mi clara voz que predica misericordia, y si la oyeren se salvarán”.
(Celestiales revelaciones, pág. 89).
Un labrador para que venga con el arado… ni temerá la fortaleza de los valientes, ni las amenazas de los príncipes
Nuestro Señor promete a Santa Brígida “un labrador” que destruirá a sus enemigos:
“…pues aquellos mismos que por su primacía o dignidad eran los que solían y debían aplacar a Dios, han caído mucho de su santidad y buen ejemplo y no consideran que Dios Señor de todas las cosas, se hizo pobre para enseñar a menospreciar todo lo del mundo y amar lo del cielo. Mas el hombre, de suyo pobre, se ha hecho rico con falsas riquezas, y todos quieren seguir este camino, siendo muy pocos los que no lo intentan. (Celestiales revelaciones, pág. 89).
Menester es que mis amigos a quienes Yo enviaré, trabajen varonilmente y con presteza.
“Así, pues, el Omnipotente enviará e incitará un labrador a para que venga con el arado, el cual no buscará tierras, ni hermosuras corporales, ni temerá la fortaleza de los valientes, ni las amenazas de los príncipes, ni hará acepción de personas, sino que sin respeto [humano] de nadie, despedazará las carnes de los hombres y dará en el suelo con sus cuerpos, entregándolos a los gusanos y las almas las pondrá en poder de aquel a quien sirvieron. Menester es que mis amigos a quienes Yo enviaré, trabajen varonilmente y con presteza, porque lo que digo no se cumplirá al fin del mundo, como antes anuncié, sino en estos tiempos; y muchos de los que hoy viven lo verán…” ( Celestiales revelaciones, págs. 210-211).
Padre Souffrand (1775- 1828, con imprimatur):
“No os alegreis demasiado de la Restauración, pues vuestro gozo será poco duradero; porque la rama primogénita de los Borbones dejará todavía la nación francesa, lo que estará próximo cuando se reparen los caminos vecinales y se haga la guerra á los Turcos.” (Toma de Argel).
“En el reinado del usurpador habrá un movimiento en la Vendée, de corta duración.” “(sucedió en 1832.)”
“El usurpador será arrojado á su vez, lo que estará próximo cuando se viaje con la mayor celeridad. Yo no sé como se harán esos viajes, pero sí, qué se irá con la velocidad de los pájaros. A la caída del usurpador precederán también movimientos en Italia.”
“Se proclamará entonces la República, pero no durará. Oiréis entonces muchos gritos: los tres dominantes serán: “Viva la República” “Viva Napoleón” y el tercero de todos “Viva el Gran Monarca que Dios nos guarda.”
“Estará muy próxima la aparición de este Gran Monarca, cuando el número de los legitimistas verdaderamente fieles, fuere tan reducido, que realmente podrán contarse.”
“Antes de la venida del Gran Monarca, acontecerán desgracias, correrá la sangre á torrentes en el Norte y en el Mediodía libándose el Oeste por su fe, pero correrá la sangre en el Norte y Mediodía de tal modo, según la veo correr, como la lluvia en un día de grande huracán, y veo los caballos ensangrentados hasta las sinchas.” “París quedara destruido de tal modo, que pasará por él el arado.”
“Entonces entre el grito: «Todo está perdido» y “Todo esta salvo”, no habrá, por decirlo así, intervalo alguno. En aquellos sucesos no tendrán que hacer nada los buenos porque los republicanos serán los que se devoren entre sí.” ,
“El Gran Monarca hará cosas tan estupendas y maravillosas, que los más incrédulos tendrán que reconocer el dedo de Dios. Durante su reinado se hará completa justicia.”
Las desgracias antes predichas serán el fruto de nuestros crímenes; pero sí como lo desea Dios, volvemos á sus caminos y a los de su Iglesia, se disminuirán nuestros males, como ha encontrado el Oeste gracia delante de Dios, en vista de su fe, y por eso se vera libre de los espantosos sucesos.”
“Se servirá Dios del Gran Monarca para exterminar todas las sectas heréticas y todas las supersticiones gentílicas; y para extender, de acuerdo con el Pontífice santo, en todo el universo, la religión católica; excepto en Palestina, lugar de maldición.”
“Despues de la crisis, se celebrará un Concilio general…Enseguida no habrá ya sino un solo rebaño y un solo Pastor, porque todos los infieles y herejes, mas no los judíos, cuya masa no se convertirá sino hasta despues de la muerte de la Bestia, entrarán en la Iglesia latina y conservará ésta su triunfo hasta la destrucción (persecución) del Anticristo”.
En un documento del puño y letra del Señor Souffrand, se ve lo que sigue: (Pág. 244, p. 2.” V. P. t. 2.°)
“Cuando Bonaparte cambie la moneda sera señal de los grandes acontecimientos.”
Se llamará á tomar parte en los sucesos á un joven noble de Bretaña, quien conducirá al Gran Monarca. Los trastornos serán espantosos. Se proferirán gritos sin número, pero los dominantes serán.” “Viva la República” “Viva Napoleón” “Viva el Gran Monarca que Dios nos guarda.” Se perseguirá la Religión, sus ministros se verán precisados a esconderse al menos momentáneamente. La sangre correrá a torrentes en el Norte y en el Mediodía. Veo correr la sangre en diversos lugares, como la lluvia en un día de tempestad. París será destruido entre toda clase de calamidades. El Oeste se verá libre, al menos en parte en consideración á su fe. Vendrá un momento en que todo se verá perdido; pero entonces es precisamente cuando todo se salvará, no habiendo intervalo, por decirlo así: será como el desviar una goleta.
Se armarán las potencias extranjeras (I) y avanzarán contra Francia, viniendo los rusos á abrevar sus caballos al Rhin, pero no le pasarán. Los generales franceses depondrán sus armas tan luego como se les muestre el Gran Monarca. Este es de la rama primogénita de los Borbones y no hará más que tomar la corona para colocarla en la cabeza de su heredero directo.”
Apariciones de la Salette
20. Al primer golpe del rayo de su espada las montañas y la tierra entera temblarán de pavor puesto que los desórdenes y los crímenes de los hombres traspasan la bóveda de los cielos.
París será quemada y Marsella será engullida por el mar, muchas grandes ciudades serán sacudidas y engullidas por terremotos: se creerá que todo está perdido; sólo se verán homicidios, sólo se oirán estrépito de armas y blasfemias.
Los justos sufrirán mucho; sus oraciones, sus penitencias y sus lágrimas subirán hasta el Cielo y todo el pueblo de Dios pedirá perdón y misericordia, y pedirá mi ayuda y mi intercesión. Entonces Jesucristo, por un acto de su justicia y de su misericordia, ordenará a sus ángeles que todos sus enemigos sean ejecutados.
De pronto, los perseguidores de la Iglesia de Jesucristo y todos los hombres entregados al pecado perecerán, y la tierra será como un desierto. Entonces se hará la paz, la reconciliación de Dios con los hombres.
Jesucristo será servido, adorado y glorificado; en todas partes florecerá la caridad. Los nuevos reyes serán el brazo derecho de la Santa Iglesia que será fuerte, humilde, piadosa, pobre, celosa e imitadora de las virtudes de Jesucristo.
El Evangelio será predicado en todas partes, y los hombres harán grandes progresos en la fe, porque habrá unidad entre los obreros de Jesucristo y los hombres vivirán en el temor de Dios.
[Texto original de la carta enviada por Melania a S.S. PíoIX sobre el Secreto]
[Nota: ésta carta al parecer fue enviada por Melania al papa Pío IX. En mi opinión no invalida el Secreto “largo” que publicaría más tarde, aprobado por el obispo del lugar de la publicación, y que también habla de un gran monarca.]
[Nota: ésta carta al parecer fue enviada por Melania al papa Pío IX. En mi opinión no invalida el Secreto “largo” que publicaría más tarde, aprobado por el obispo del lugar de la publicación, y que también habla de un gran monarca.]
Secret que m’a donné la Sainte Vierge sur la Montagne de La Salette le 19 septembre 1846
Secr[e]t
« Mélanie, je vais vous dire quelque chose que vous ne direz à personne :
Le temps de la colère de Dieu est arrivé !
Si, lorsque vous aurez dit aux peuples ce que je vous ai dit tout à l’heure, et ce que je vous dirai de dire encore, si, après cela, ils ne se convertissent pas, (si on ne fait pas pénitence, et si on ne cesse de travailler le dimanche, et si on continue de blasphémer le Saint Nom de Dieu), en un mot, si la face de la terre ne change pas, Dieu va se venger contre le peuple ingrat et esclave du démon.
Mon Fils va faire éclater sa puissance!
Paris, cette ville souillée de toutes sortes de crimes, périra infailliblement.
Marseille sera détruite en peu de temps. [4]
Lorsque ces choses arriveront, le désordre sera complet sur la terre.
Le monde s’abandonnera à ses passions impies.
Le pape sera persécuté de toutes parts: on lui tirera dessus, on voudra le mettre à mort, mais on ne lui pourra rien, le Vicaire de Dieu triomphera encore cette fois[-là].
Les prêtres et les religieuses, et les vrais serviteurs de mon Fils seront persécutés, et plusieurs mourront pour la foi de Jésus-Christ.
Une famine règnera en même temps.
Après que toutes ces choses seront arrivées, beaucoup de personnes reconnaîtront la main de Dieu sur elles, se convertiront, et feront pénitence de leurs péchés.
Un grand roi montera sur le trône, et règnera pendant quelques années.
La religion refleurira et s’étendra par toute la terre et la fertilité sera grande, le monde content de ne manquer de rien recommencera ses désordres, abandonnera Dieu, et se livrera à ses passions criminelles.
Parmi les ministres de Dieu, et les Épouses de Jésus-Christ, il y en a qui se livreront au désordre, et c’est ce qu’il y aura de [plus] terrible.
Enfin, un enfer règnera sur la terre. Ce sera alors que l’Antéchrist naîtra d’une religieuse: mais malheur à elle ! Beaucoup de personnes croiront à lui, parce qu’il se dira venu du ciel, malheur à ceux qui le croiront ! Le temps n’est pas éloigné, il ne se passera pas deux fois 50 ans.
Mon enfant, vous ne direz pas ce que je viens de vous dire. (Vous ne le direz à personne, vous ne direz pas si vous devez le dire un jour, vous ne direz pas ce que cela regarde), enfin vous ne direz plus rien jusqu’à ce que je vous dise de le dire ! »
« Mélanie, je vais vous dire quelque chose que vous ne direz à personne :
Le temps de la colère de Dieu est arrivé !
Si, lorsque vous aurez dit aux peuples ce que je vous ai dit tout à l’heure, et ce que je vous dirai de dire encore, si, après cela, ils ne se convertissent pas, (si on ne fait pas pénitence, et si on ne cesse de travailler le dimanche, et si on continue de blasphémer le Saint Nom de Dieu), en un mot, si la face de la terre ne change pas, Dieu va se venger contre le peuple ingrat et esclave du démon.
Mon Fils va faire éclater sa puissance!
Paris, cette ville souillée de toutes sortes de crimes, périra infailliblement.
Marseille sera détruite en peu de temps. [4]
Lorsque ces choses arriveront, le désordre sera complet sur la terre.
Le monde s’abandonnera à ses passions impies.
Le pape sera persécuté de toutes parts: on lui tirera dessus, on voudra le mettre à mort, mais on ne lui pourra rien, le Vicaire de Dieu triomphera encore cette fois[-là].
Les prêtres et les religieuses, et les vrais serviteurs de mon Fils seront persécutés, et plusieurs mourront pour la foi de Jésus-Christ.
Une famine règnera en même temps.
Après que toutes ces choses seront arrivées, beaucoup de personnes reconnaîtront la main de Dieu sur elles, se convertiront, et feront pénitence de leurs péchés.
Un grand roi montera sur le trône, et règnera pendant quelques années.
La religion refleurira et s’étendra par toute la terre et la fertilité sera grande, le monde content de ne manquer de rien recommencera ses désordres, abandonnera Dieu, et se livrera à ses passions criminelles.
Parmi les ministres de Dieu, et les Épouses de Jésus-Christ, il y en a qui se livreront au désordre, et c’est ce qu’il y aura de [plus] terrible.
Enfin, un enfer règnera sur la terre. Ce sera alors que l’Antéchrist naîtra d’une religieuse: mais malheur à elle ! Beaucoup de personnes croiront à lui, parce qu’il se dira venu du ciel, malheur à ceux qui le croiront ! Le temps n’est pas éloigné, il ne se passera pas deux fois 50 ans.
Mon enfant, vous ne direz pas ce que je viens de vous dire. (Vous ne le direz à personne, vous ne direz pas si vous devez le dire un jour, vous ne direz pas ce que cela regarde), enfin vous ne direz plus rien jusqu’à ce que je vous dise de le dire ! »
Je prie Notre Saint Père le Pape de me donner sa sainte bénédiction.
Mélanie Mathieu, bergère de La Salette
Grenoble 6 juillet 1851
J.M.J.+
JMJ
Secreto que me dio la Santísima Virgen de la Montaña de La Salette el 19 de septiembre 1846
Secr [e] t
“Melania, te diré algo pero no se lo digas a nadie:
¡El tiempo de la ira de Dios ha llegado.
Si, después de que hayas dicho al pueblo lo que acabo de decirte y lo que todavía voy a decirte, si, después de eso, no se convierte, (si no hacemos penitencia, y si seguimos trabajando el domingo, y si seguimos blasfemando del santo nombre de Dios), en una palabra, si la faz de la tierra no cambia, Dios hará venganza contra el pueblo desagradecido y esclavo del diablo.
¡Mi Hijo va a hacer estallar su poder!
París, esta ciudad manchada con todo tipo de crímenes, perecerá infaliblemente.
Marsella será destruida en un breve tiempo. [4]
“Melania, te diré algo pero no se lo digas a nadie:
¡El tiempo de la ira de Dios ha llegado.
Si, después de que hayas dicho al pueblo lo que acabo de decirte y lo que todavía voy a decirte, si, después de eso, no se convierte, (si no hacemos penitencia, y si seguimos trabajando el domingo, y si seguimos blasfemando del santo nombre de Dios), en una palabra, si la faz de la tierra no cambia, Dios hará venganza contra el pueblo desagradecido y esclavo del diablo.
¡Mi Hijo va a hacer estallar su poder!
París, esta ciudad manchada con todo tipo de crímenes, perecerá infaliblemente.
Marsella será destruida en un breve tiempo. [4]
Cuando esto suceda, habrá en la tierra un completo desorden.[un completo caos]
El mundo será abandonado a sus pasiones impías.
El Papa será perseguido desde todas todas partes: dispararán sobre él (on lui tirera dessus,) querrán matarlo, pero no podrán, el Vicario de Dios triunfará de nuevo una vez más.
Los sacerdotes y religiosas, y los verdaderos siervos de mi hijo serán perseguidos, y muchos morirán por la fe de Jesucristo.
Habrá una hambruna en aquel tiempo.
Después de que hayan llegado estas cosas, mucha gente reconocerá la mano de Dios sobre ellos, se convertirá, y hará penitencia por sus pecados.
Entonces un gran monarca subirá al trono, y su reinado durará unos pocos años.[ pendant quelques années.]
La Religión florecerá de nuevo, se extenderá por toda la tierra y la fertilidad será grande, el mundo satisfecho por no faltarle nada volverá a sus desórdenes, se olvidará de Dios, y se entregará a pasiones criminales.
Entre los ministros de Dios, y las esposas de Jesúcristo, habrá quienes se entreguen al desorden , y esto será lo más terrible.
En fin, un infierno reinará sobre la tierra. Entonces será cuando el Anticristo nacerá de una religiosa: pero ¡desgraciada de ella! Mucha gente le creerá, porque dirá que él ha venido del cielo, ¡ay de aquellos que crean en él! El tiempo no está lejos, esto va a suceder sin haber pasado dos veces 50 años. [¿en la segunda mitad del siglo XX?]
Hija mía, no digas lo que acabo de decirte. (No se lo digas a nadie, no digas que un día tienes que decirlo, no digas nada que mire[¿se relacione con?] a esto, no digas nada hasta que yo te diga decirlo! “
El mundo será abandonado a sus pasiones impías.
El Papa será perseguido desde todas todas partes: dispararán sobre él (on lui tirera dessus,) querrán matarlo, pero no podrán, el Vicario de Dios triunfará de nuevo una vez más.
Los sacerdotes y religiosas, y los verdaderos siervos de mi hijo serán perseguidos, y muchos morirán por la fe de Jesucristo.
Habrá una hambruna en aquel tiempo.
Después de que hayan llegado estas cosas, mucha gente reconocerá la mano de Dios sobre ellos, se convertirá, y hará penitencia por sus pecados.
Entonces un gran monarca subirá al trono, y su reinado durará unos pocos años.[ pendant quelques années.]
La Religión florecerá de nuevo, se extenderá por toda la tierra y la fertilidad será grande, el mundo satisfecho por no faltarle nada volverá a sus desórdenes, se olvidará de Dios, y se entregará a pasiones criminales.
Entre los ministros de Dios, y las esposas de Jesúcristo, habrá quienes se entreguen al desorden , y esto será lo más terrible.
En fin, un infierno reinará sobre la tierra. Entonces será cuando el Anticristo nacerá de una religiosa: pero ¡desgraciada de ella! Mucha gente le creerá, porque dirá que él ha venido del cielo, ¡ay de aquellos que crean en él! El tiempo no está lejos, esto va a suceder sin haber pasado dos veces 50 años. [¿en la segunda mitad del siglo XX?]
Hija mía, no digas lo que acabo de decirte. (No se lo digas a nadie, no digas que un día tienes que decirlo, no digas nada que mire[¿se relacione con?] a esto, no digas nada hasta que yo te diga decirlo! “
Ruego a nuestro Santo Padre el Papa que me dé su santa bendición.
Melanie Mathieu, pastora de La Salette
Grenoble 06 de julio 1851
JMJ +
Y este es el poco conocido Secreto de Maximino, de La Salette que nos habla de la elección de un Santo Papa , aunque no dice nada de un monarca, que sin embargo en otras profecías es el compañero inseparable de este gran Papa. Es muy interesante su precisión cronólogica, pues lo sitúa alrededor del año 2000.
He aquí el secreto de Maximino (1851)
Mariana Gaitier tomando desde la tercera plaga referente a nuestra época (1830):
“Cuando viereis la guerra entre Francia y Alemania, podéis decir que es el comienzo de la tercera y última plaga.”
“¡Ay! tres veces ¡ay! de Francia. Tres veces ¡ay! de Alemania. Tres veces ¡ay! de Italia.”
“Francia dividida entre sí carecerá de todo auxilio.”
“El Angel no meterá la espada en la vaina sino hasta haber castigado a todas las naciones.”
“En el tiempo de la cosecha de las uvas habrá un gran combate entre París y Lyon.”
“La gran ramera será destruida por el fuego. El Angel del Señor dará aviso á los justos de París.”
“Nadie sabrá de dónde haya venido el fuego.”
“Todos los malos perecerán.”
“Las desgracias de Francia serán tan grandes que muchos morirán por el espanto.”
“En esta guerra el qué creyere vencer, será vencido.”
“Francia se verá tan apurada por falta de hombres y de dinero que carecerá de lo más necesario. Mas esto no será largo”.
Un príncipe solamente conocido de Dios y que hace penitencia en el desierto, llegará como por milagro.”
“Será de sangre de la antigua raza. Se llamará Luis Carlos.”
“No reinará más que un año y cederá la corona a un príncipe, que no tendrá descendientes.”
Alois Irlmaier
Vendrá la tercera guerra mundial. Todos los hombres hasta cierta edad serán llamados a filas, pero ninguno llegará a ser empleado por que todo irá muy rápido.
En Alemania todos tendrán que ir al servicio militar; los jóvenes tendrán que ser soldados, pero no tendrán que luchar, se les empleará en guarnición. Cuando llegue la tercera Navidad podrán volver a casa.
Vuelve el Papa que no tuvo que huir mucho sobre el agua. Celebrará aquí la coronación. Tedeum en Colonia. Brillan tres coronas y un anciano enjuto se convierte en nuestro rey. También la antiquísima corona del Sur vuelve a ser honrada.
Luego vuelve el Papa a Roma y todavía coronará tres reyes, el húngaro, el austriaco y el bávaro. Este es muy viejo y tiene el pelo blanco como la nieve, viste los típicos pantalones cortos de cuero y está entre la gente como uno de los suyos.
Credo Mutwa (chamán zulú)
De Alemania surgirá un hombre que será apodado como el nuevo Bismarck que unirá Gran Bretaña y Europa y enderezará el rumbo de las economías de Alemania y de los países de Europa. Este hombre que ya está allí considerado por Credo Mutwa un segundo Adolf Hitler por lo terrible que será, se apoderará incluso del país africano de Kenia y gobernará Alemania durante un periodo putrefacto, siendo terrible. Será el garante de la seguridad de Europa.
Nikolaas Van Rensburg, profeta boer sudafricano y cristiano protestante
Los alemanes restauran paulatinamente el orden en Europa, llegando a ser, bajo la autoridad de un hombre fuerte y justo, la primera potencia mundial. Desafortunadamente, muchos países vecinos, en particular los del este, siempre la destruyeron. Otros, como Rusia, Francia, Israel y los EE.UU. ya no juegan ningún papel político. Las maquinaciones de los Judíos y el Inglés (La corona británica y el NWO) durante las tres guerras mundiales comienzan a ser conocidas. Serán perseguidos y se tratará de que no estén seguros en ninguna parte.
…”La guerra estallará en el sureste, pero eso es sólo un ardid lo tanto, la oposición ha de ser engañado;. Rusia siempre preparado su plan de ataque de cada funcionario ruso tiene la orden de movimiento ya en la bolsa y espera sólo de la palabra. . En primer lugar, el objetivo principal se lleva a cabo contra Suecia y se dirige luego a Noruega y Dinamarca. ”
“Al mismo tiempo, sectores del ejército ruso avanza por Prusia Occidental, Sajonia y Turingia en el Rin, con el fin de obtener el control de Calais y la costa del Canal. En el sur el ejército soviético se unirá al ejército yugoslavo. Sus ejércitos se confederaron para irrumpir en Grecia e Italia. el Santo Padre debe huir. tiene que huir rápidamente, con el fin de escapar del baño de sangre. caída de cardenales y obispos también son víctimas. a continuación, tratan de avanzar por España y Francia a la costa atlántica con el fin de unirse con el ejército de los combates en el norte y para completar el cerco militar de la Europa continental del tercer ejército ruso, que la tarea que va a ocupar las áreas en blanco a la izquierda y para fortalecer el comunismo interior -. oficina central del mundo comunista el gobierno no debe ser Moscú, pero Bamberg – se utilizará no más, porque el ejército se ve perturbado en su avance debido a las revoluciones en el sur y está en rápida disolución, mientras que un gran monarca determinado por Dios dirigió el ataque hacia el norte a la Niederrhein y los vencieron con las armas más modernas.
Johannes Lichtenberger
“Dice en el libro de los reyes Frankish que será de los Carolingios, que es de la raza del rey Charles de Francia, que un emperador de nombres “P” surgirá en los últimos días. Será un príncipe y un monarca y reformará las iglesias de toda Europa. Después de él no habrá ningún otro emperador…
Wladislaw Biernacki
En Francia surgirá un gran gobernante y piadoso, que restablecerá el orden allí, y en otros países, también. París ha sido completamente devastada, pero será reconstruida. Así también lo será Roma y Madrid. En Gran Bretaña, no habrá ninguna administración en absoluto, hablado de, por dos años. Sin embargo, el ejército francés intervendrá, y ayudar a restablecer el orden, la ley y la paz allí. Un gobierno Inglés nuevo por lo tanto se formará, con la ayuda de los franceses.
Bartolome Holzhauser
El GRAN MONARCA tendrá casi todo el mundo como patrimonio suyo. Con la ayuda del SEÑOR, libertará la tierra de tristezas, ruinas y males. El hará que pueda celebrarse un CONCILIO, que será el mayor que haya habido, para poner término a tan grandes tribulaciones.
Abate Werdin Dorante
“El gran Monarca y el gran Papa precederán al Anticristo. Las naciones estarán en guerras por cuatro años y gran parte del mundo será destruida. El Papa se ira a través del mar llevando el signo de la Redención en la frente. El gran Monarca volverá a restaurar la paz y el Papa compartirá la victoria.”
El profeta de América Reinaldo dos Santos, vidente y astrólogo
Después de Pedro El Romano Un hombre tendrá medio mundo a sus pies pero no es El Anticristo
El profeta de América hace una confesión inquietante a la par que enigmática: hay un hombre que tendrá medio mundo a sus pies, y curiosamente tiene la capacidad psíquica de poder ver al astrólogo brasileño. Reinaldo destaca el profundo temor de este hombre a las calaveras. El profeta de América afirma que tiene cinco o seis psicografías de este personaje pero que no se atreve a publicarlas, incluso ha reflexionado sobre la posibilidad de quemarlas, porque esta persona puede verse tentada, después de estudiar las psicografias de Reinaldo dos Santos, a realizar las acciones, que aparecen reflejadas en dichas psicografías. Reinaldo dos Santos deja claro que este hombre llamado a jugar un papel muy importante en un futuro no es El Anticristo profetizado por otros psíquicos. Este hombre que al parecer tiene mujer, acaparará grandes cuotas de poder después del papado de Pedro El Romano.
San Francisco de Paula
Vendrá después de vos un descendiente vuestro, así como muchas veces lo tengo escrito, y profetizado por la voluntad del Altisímo, el cual hará otros mayores hechos, y señales: que V.S. esté, en que este santo hombre será gran pecador en la juventud, y después se convertirá al gran Dios, del cual será llamado con la eficacia de San Pablo; será gran fundador de una nueva religión, diferente de las otras todas; repartirjaha (sic) en tres ordenes, de Caballeros armados, de Sacerdotes solitarios, y Hospitaleros piadosísimos. Será la última Religión de todas, echará fruto en la Iglesía de Dios mayor que todas las otras últimas; extinguirá la maldita secta Mahometana, y todos los Herejes, y Tiranos del mundo se extirparán: tomaráse por fuerza de armas todo lo espiritual y temporal, y será un ganado y un Pastor, y reducirán el mundo a una santa vida, y reinarán in saecula saeculorun. Amen. En todo el mundo no habrá sino doce Reyes, un Emperador, un Papa y poquisimos Señores, los cuales todos serán santos. Viva Jesu Christo bendito, por que a mi, indigno pobre pecador, se ha dignado de darme espiritu profético, con clarísimas profecías no obscuras, como ha otros siervos les ha hecho decir y escribir obscuramente.
Fuente: Gran Monarca
Monedas de Judas
LAS MONEDAS DE JUDAS: Profecías sobre El Gran Monarca
“Al mismo tiempo, sectores del ejército ruso avanza por Prusia Occidental, Sajonia y Turingia en el Rin, con el fin de obtener el control de Calais y la costa del Canal. En el sur el ejército soviético se unirá al ejército yugoslavo. Sus ejércitos se confederaron para irrumpir en Grecia e Italia. el Santo Padre debe huir. tiene que huir rápidamente, con el fin de escapar del baño de sangre. caída de cardenales y obispos también son víctimas. a continuación, tratan de avanzar por España y Francia a la costa atlántica con el fin de unirse con el ejército de los combates en el norte y para completar el cerco militar de la Europa continental del tercer ejército ruso, que la tarea que va a ocupar las áreas en blanco a la izquierda y para fortalecer el comunismo interior -. oficina central del mundo comunista el gobierno no debe ser Moscú, pero Bamberg – se utilizará no más, porque el ejército se ve perturbado en su avance debido a las revoluciones en el sur y está en rápida disolución, mientras que un gran monarca determinado por Dios dirigió el ataque hacia el norte a la Niederrhein y los vencieron con las armas más modernas.
Johannes Lichtenberger
“Dice en el libro de los reyes Frankish que será de los Carolingios, que es de la raza del rey Charles de Francia, que un emperador de nombres “P” surgirá en los últimos días. Será un príncipe y un monarca y reformará las iglesias de toda Europa. Después de él no habrá ningún otro emperador…
Wladislaw Biernacki
En Francia surgirá un gran gobernante y piadoso, que restablecerá el orden allí, y en otros países, también. París ha sido completamente devastada, pero será reconstruida. Así también lo será Roma y Madrid. En Gran Bretaña, no habrá ninguna administración en absoluto, hablado de, por dos años. Sin embargo, el ejército francés intervendrá, y ayudar a restablecer el orden, la ley y la paz allí. Un gobierno Inglés nuevo por lo tanto se formará, con la ayuda de los franceses.
Bartolome Holzhauser
El GRAN MONARCA tendrá casi todo el mundo como patrimonio suyo. Con la ayuda del SEÑOR, libertará la tierra de tristezas, ruinas y males. El hará que pueda celebrarse un CONCILIO, que será el mayor que haya habido, para poner término a tan grandes tribulaciones.
Abate Werdin Dorante
“El gran Monarca y el gran Papa precederán al Anticristo. Las naciones estarán en guerras por cuatro años y gran parte del mundo será destruida. El Papa se ira a través del mar llevando el signo de la Redención en la frente. El gran Monarca volverá a restaurar la paz y el Papa compartirá la victoria.”
El profeta de América Reinaldo dos Santos, vidente y astrólogo
Después de Pedro El Romano Un hombre tendrá medio mundo a sus pies pero no es El Anticristo
El profeta de América hace una confesión inquietante a la par que enigmática: hay un hombre que tendrá medio mundo a sus pies, y curiosamente tiene la capacidad psíquica de poder ver al astrólogo brasileño. Reinaldo destaca el profundo temor de este hombre a las calaveras. El profeta de América afirma que tiene cinco o seis psicografías de este personaje pero que no se atreve a publicarlas, incluso ha reflexionado sobre la posibilidad de quemarlas, porque esta persona puede verse tentada, después de estudiar las psicografias de Reinaldo dos Santos, a realizar las acciones, que aparecen reflejadas en dichas psicografías. Reinaldo dos Santos deja claro que este hombre llamado a jugar un papel muy importante en un futuro no es El Anticristo profetizado por otros psíquicos. Este hombre que al parecer tiene mujer, acaparará grandes cuotas de poder después del papado de Pedro El Romano.
San Francisco de Paula
Vendrá después de vos un descendiente vuestro, así como muchas veces lo tengo escrito, y profetizado por la voluntad del Altisímo, el cual hará otros mayores hechos, y señales: que V.S. esté, en que este santo hombre será gran pecador en la juventud, y después se convertirá al gran Dios, del cual será llamado con la eficacia de San Pablo; será gran fundador de una nueva religión, diferente de las otras todas; repartirjaha (sic) en tres ordenes, de Caballeros armados, de Sacerdotes solitarios, y Hospitaleros piadosísimos. Será la última Religión de todas, echará fruto en la Iglesía de Dios mayor que todas las otras últimas; extinguirá la maldita secta Mahometana, y todos los Herejes, y Tiranos del mundo se extirparán: tomaráse por fuerza de armas todo lo espiritual y temporal, y será un ganado y un Pastor, y reducirán el mundo a una santa vida, y reinarán in saecula saeculorun. Amen. En todo el mundo no habrá sino doce Reyes, un Emperador, un Papa y poquisimos Señores, los cuales todos serán santos. Viva Jesu Christo bendito, por que a mi, indigno pobre pecador, se ha dignado de darme espiritu profético, con clarísimas profecías no obscuras, como ha otros siervos les ha hecho decir y escribir obscuramente.
Fuente: Gran Monarca
Monedas de Judas
LAS MONEDAS DE JUDAS: Profecías sobre El Gran Monarca
El Gran Monarca
En la noche de Navidad del 496, por influjo de su mujer Santa Clotilde, borgoñona, y en acción de gracias por las victorias conseguidas, Clodoveo, rey de los franceses, se bautizó con 3.000 de sus guerreros en –Reims, por S. Remigio. Fue el primer reino cristiano, por eso Francia es llamada la hija primogénita de la Iglesia. (Recaredo, rey de los visigodos, hermano de S. Hermenegildo mártir, abjuró del arrianismo, por influjo de S. Leandro, arzobispo de Sevilla, en el III Concilio de Toledo, 589).
Dos sabios arzobispos historiadores nos relatan la historia: Hicmaro (806-882), arzobispo de Reims, en su “Vida de S. Remigio” (PL 125) dice que una gran luz le iluminó y se oyó la voz de Dios “La paz sea con vosotros. Soy Yo, no temáis, permaneced en mi amor”. Y faltando el crisma en el momento de la consagración del rey, apareció una paloma blanca con una ampolla de óleo santo en su pico. (Todos los reyes de Francia fueron consagrados con éste, hasta que fue rota en 1793, pero una parte del óleo se conserva.)
Entonces S. Remigio profetizó a Clodoveo: “El reino de Francia será predestinado por Dios para la defensa de la Iglesia. Será victorioso y próspero mientras sea fiel a la fe católica, y cuando no, será duramente castigado. Un día será grande entre todos los reinos, abrazará todo el imperio romano (extinguido el 470), someterá todos los pueblos, durará hasta el fin de los tiempos”. El Bto. Rabán Mauro (780-856), arzobispo de Maguncia, cuenta así la anterior profecía: “Hacia el fin de los tiempos un descendiente de los reyes de Francia reinará sobre todo el antiguo imperio romano, será el más grande y el último de los reyes de Francia”.
E. Muraise, según refiere en su libro, ha catalogado desde entonces al menos 76 profecías con signos de credibilidad (44 francesas, 16 italianas, 7 alemanas, 4 españolas, 3 portuguesas y 2 inglesas) que anuncian el futuro gran Monarca francés y van añadiendo datos. Ya vimos antes las de Benedicto XII y Sta. Brígida (siglo XIV), S. Francisco de Paula y Bto. de Bustis (siglo XV), Bto. Factor (siglo XVI) venerable Holzhauser (siglo XVII), Bta. Taigi y Melania de la Salette (siglo XIX:
S. Cesáreo de Arlés (470-543) (1) describe la historia de Francia desde el siglo VI, pero continua la posterior a su publicación “Un capitá ilustre (Napoleón) surge del seno del Mediterráneo recoge los restos del cetro, vuela como el águila y sube con demasiado orgullo, coge al Santo entre sus garras agudas, pero en vano; encadenado rompe sus hierros una vez, mas la fortuna contraria le sujeta en medio de las aguas hasta su muerte”. Hay una breve restauración y un rey ladrón que comienza la conquista de Argelia (Napoleón III). Más adelante, lo que nos interesa: “El hierro y el fuego oprimen a la Babilonia de las Galias (París) que cae en un gran incendio, ahogada en sangre: después la segunda ciudad del reino (Marsella) y otra son también destruidas. Finalmente brilla el resplandor de la misericordia divina, pues la justicia suprema ha golpeado a todos los impíos. Llega el noble exiliado, el dado por Dios, asciende al trono de sus antepasados, del cual la malicia de hombres depravados le había arrojado; recobra la corona de lis refloreciente; con su valor invencible destruye a todos los hijos de Bruto (los revolucionarios; Bruto fue el asesino de César); después de establecer su trono en la ciudad pontifical (Aviñón). Volverá a levantar la tiara real sobre la cabeza de un santo Pontífice que ha estado lleno de amargura por las tribulaciones, quien obligará al clero a vivir según la disciplina de los tiempos apostólicos. Ambos unidos harán triunfar la reforma del mundo; dulce paz, cuyos frutos durarán hasta el fin de los siglos”.
Es también muy famosa la profecía de un monje de Premol (Cartuja de Francia, cerca de Grenoble) que abarca, con lenguaje simbólico, desde el siglo V. Publicada a finales del siglo XVIII, continúa prediciendo la reaparición del lis (Borbones) después de la caída del águila sobre la roca (Napoleón en Sta. Elena); ve la desolación en Jerusalén (Roma), el Patriarca (Papa) huyendo “hacia el mar donde se pone el sol”; la peste, guerras por todas partes, indica la destrucción de París. Los hijos de Sión (católicos): unos fieles al Pontífice fugitivo, otros disponen del gobierno de Sión (la Iglesia). Dios sacará al mundo del caos y empezará un nuevo mundo. Un hombre resplandeciente como un ángel asciende sobre las ruinas de Sión (el gran Papa), todos se convierten a su voz. Viene un joven extraordinario de Oriente (el gran Monarca), sobre un león, con una espada llameante, y el gallo cantaba ante él; el león puso el pie sobre la cabeza del Dragón (Satanás), dio la mano al Pontífice y llamaron a todos los pueblos.
Otra semejante es la de un monje de Orval, publicada en 1829, pero ya conocida antes de la revolución francesa. Se extiende desde Napoleón hasta el Anticristo. Dice al gran Monarca: “Ven joven príncipe, deja la isla de cautividad (¿Irlanda?, nacido en Blois, según Juan de Vatigueno, y huido a lejanos países hacía muchos años, añade sor Juana Le Royer), une el león a la flor blanca (lis) … Será un retoño de la Cape (Capeto)”.
Numerosos videntes anuncian que el gran Monarca aparecerá en mitad de la crisis, en concreto: después de la destrucción de París (Sto. Cura de Ars), “por el emperador de Alemania después de dos enormes batallas” (añade el canónigo de Brana, que conocía mucho a Melania de La Salette). Según éste, en octubre del mismo año será consagrado rey en Reims y diez días después emperador en Aix-la-Chapelle (Aachen, Aquisgrán, capital de Carlomagno); y se llamará Enrique V. Nombre que le dan también otros, como María Julia Jahenny, Nostradamus, etc.
Lo más repetido es que será descendiente de S. Luis IX, rey de Francia de 1242 a 1270 (de la dinastía de los Capetos), o de la flor de lis (=Lirio emblema de la casa real francesa). “El verdadero descendiente de S. Luis”, vimos puntualiza la Bta. Taigi (2).
Especialmente interesante es que el gran Monarca será nombrado por el gran Papa, como hemos visto en la Bta, Taigi, y éste puede ser el significado de otros muchos que lo describen como enviado o dado por Dios, como la frase de Souffrand: “traído por el santo Pontífice”. ¿Tal vez se pudiera servir del secreto de Maximino de la Salette y de otras informaciones guardadas en los archivos vaticanos?
Ya vimos por qué Francia es llamada la hija primogénita de la Iglesia, titulo dado por vez primera por el Papa Anastasio II en carta al rey Clodoveo después de su conversión.
Gregorio IX escribía en una bula de 1239 a S. Luis, rey de Francia; “Dios, como prefirió la tribu de Judá a las otras, así ha escogido con preferencia a Francia para la protección de la fe católica”.Santa Juana de Arco, guerreando por el rey, afirmaba: “El rey de Francia es el lugarteniente del Rey del Cielo. Todos los que luchan contra el santo reino de Francia, luchan contra el Rey Jesús.”
Y S. Pío X, cuando la iba a beatificar, encargaba al obispo de Orleans: “Decid a los franceses que hagan su tesoro de los testamentos de S. Remigio, de Carlomagno, de S. Luis, que se resumen en estas palabras tan repetidas por la heroína de Orleáns: Viva Cristo que es el Rey de Francia”. En la beatificación del Cura de Ars (1905) había dicho: ésta “ prueba que Dios mantiene su predilección por Francia muy pronto obrará prodigios que nos darán la alegría de constatarlo por los hechos”. Y el 27 de noviembre de 1911: “El pueblo que hizo alianza con Dios en las fuentes bautismales de Reims se arrepentirá y volverá a su primitiva vocación… y el Señor le dirá: Hija primogénita de la Iglesia, nación predestinada, vaso de elección ve a llevar mi nombre a todos los pueblos y a todos los reyes de la tierra”.
Pío XII en 1937 (13 de julio) poco antes de ser Papa, proclamaba: “Desde el mismo día que el primer heraldo del Evangelio pisó las Galias, la fe en Cristo y la unión con Roma, centro de la Iglesia, es para Francia la ley misma de su vida… Y el miércoles santo de 1946: “Su misión es difundir en el mundo la verdad, la justicia, la bondad, el amor en la ley.”
Por eso la prosperidad y gloria de Francia está vinculada a que cumpla esa misión divina, y su prevaricación o traición a ella, es la causa de sus castigos. Esto puede decirse de alguna manera de todas las naciones católicas, sin embargo, a su luz se entienden mejor las predilecciones de la Medalla Milagrosa, La Salette, Pellevoisin (escapulario del S. Corazón), Lourdes, etc. Por algo Juan XXIII el 18 de febrero de 1959 explicaba que en el plan de Dios cada nación tiene una misión, y que califica la de Francia la divisa: Reino de Francia, reino de María.
También a la luz de la misión de Francia como nación, se entiende mejor el mensaje del Corazón de Jesús a Luis XIV por medio de Santa Margarita María, en 1689, pidiendo: 1º.) La fiesta a su Corazón (instituida en 1765). 2º.) Una basílica nacional dedicada a Él (Montmartre, construida en 1873). 3º.) Consagración de Francia al Sagrado Corazón; y 4º.) Colocación del Sagrado Corazón en la bandera nacional.
Estas dos peticiones aún no se han realizado aunque llevan consigo la promesa que así “Dios le dará siempre la victoria sobre sus enemigos y sobre los enemigos de la religión” (pues, obviamente, solo contra ellos luchará). Luis XIV no las atendió, y ese año 1689 fue el principio de la decadencia de Francia, Sin embargo, algún día no lejano se cumplirán.
Dos sabios arzobispos historiadores nos relatan la historia: Hicmaro (806-882), arzobispo de Reims, en su “Vida de S. Remigio” (PL 125) dice que una gran luz le iluminó y se oyó la voz de Dios “La paz sea con vosotros. Soy Yo, no temáis, permaneced en mi amor”. Y faltando el crisma en el momento de la consagración del rey, apareció una paloma blanca con una ampolla de óleo santo en su pico. (Todos los reyes de Francia fueron consagrados con éste, hasta que fue rota en 1793, pero una parte del óleo se conserva.)
Entonces S. Remigio profetizó a Clodoveo: “El reino de Francia será predestinado por Dios para la defensa de la Iglesia. Será victorioso y próspero mientras sea fiel a la fe católica, y cuando no, será duramente castigado. Un día será grande entre todos los reinos, abrazará todo el imperio romano (extinguido el 470), someterá todos los pueblos, durará hasta el fin de los tiempos”. El Bto. Rabán Mauro (780-856), arzobispo de Maguncia, cuenta así la anterior profecía: “Hacia el fin de los tiempos un descendiente de los reyes de Francia reinará sobre todo el antiguo imperio romano, será el más grande y el último de los reyes de Francia”.
E. Muraise, según refiere en su libro, ha catalogado desde entonces al menos 76 profecías con signos de credibilidad (44 francesas, 16 italianas, 7 alemanas, 4 españolas, 3 portuguesas y 2 inglesas) que anuncian el futuro gran Monarca francés y van añadiendo datos. Ya vimos antes las de Benedicto XII y Sta. Brígida (siglo XIV), S. Francisco de Paula y Bto. de Bustis (siglo XV), Bto. Factor (siglo XVI) venerable Holzhauser (siglo XVII), Bta. Taigi y Melania de la Salette (siglo XIX:
S. Cesáreo de Arlés (470-543) (1) describe la historia de Francia desde el siglo VI, pero continua la posterior a su publicación “Un capitá ilustre (Napoleón) surge del seno del Mediterráneo recoge los restos del cetro, vuela como el águila y sube con demasiado orgullo, coge al Santo entre sus garras agudas, pero en vano; encadenado rompe sus hierros una vez, mas la fortuna contraria le sujeta en medio de las aguas hasta su muerte”. Hay una breve restauración y un rey ladrón que comienza la conquista de Argelia (Napoleón III). Más adelante, lo que nos interesa: “El hierro y el fuego oprimen a la Babilonia de las Galias (París) que cae en un gran incendio, ahogada en sangre: después la segunda ciudad del reino (Marsella) y otra son también destruidas. Finalmente brilla el resplandor de la misericordia divina, pues la justicia suprema ha golpeado a todos los impíos. Llega el noble exiliado, el dado por Dios, asciende al trono de sus antepasados, del cual la malicia de hombres depravados le había arrojado; recobra la corona de lis refloreciente; con su valor invencible destruye a todos los hijos de Bruto (los revolucionarios; Bruto fue el asesino de César); después de establecer su trono en la ciudad pontifical (Aviñón). Volverá a levantar la tiara real sobre la cabeza de un santo Pontífice que ha estado lleno de amargura por las tribulaciones, quien obligará al clero a vivir según la disciplina de los tiempos apostólicos. Ambos unidos harán triunfar la reforma del mundo; dulce paz, cuyos frutos durarán hasta el fin de los siglos”.
Es también muy famosa la profecía de un monje de Premol (Cartuja de Francia, cerca de Grenoble) que abarca, con lenguaje simbólico, desde el siglo V. Publicada a finales del siglo XVIII, continúa prediciendo la reaparición del lis (Borbones) después de la caída del águila sobre la roca (Napoleón en Sta. Elena); ve la desolación en Jerusalén (Roma), el Patriarca (Papa) huyendo “hacia el mar donde se pone el sol”; la peste, guerras por todas partes, indica la destrucción de París. Los hijos de Sión (católicos): unos fieles al Pontífice fugitivo, otros disponen del gobierno de Sión (la Iglesia). Dios sacará al mundo del caos y empezará un nuevo mundo. Un hombre resplandeciente como un ángel asciende sobre las ruinas de Sión (el gran Papa), todos se convierten a su voz. Viene un joven extraordinario de Oriente (el gran Monarca), sobre un león, con una espada llameante, y el gallo cantaba ante él; el león puso el pie sobre la cabeza del Dragón (Satanás), dio la mano al Pontífice y llamaron a todos los pueblos.
Otra semejante es la de un monje de Orval, publicada en 1829, pero ya conocida antes de la revolución francesa. Se extiende desde Napoleón hasta el Anticristo. Dice al gran Monarca: “Ven joven príncipe, deja la isla de cautividad (¿Irlanda?, nacido en Blois, según Juan de Vatigueno, y huido a lejanos países hacía muchos años, añade sor Juana Le Royer), une el león a la flor blanca (lis) … Será un retoño de la Cape (Capeto)”.
Numerosos videntes anuncian que el gran Monarca aparecerá en mitad de la crisis, en concreto: después de la destrucción de París (Sto. Cura de Ars), “por el emperador de Alemania después de dos enormes batallas” (añade el canónigo de Brana, que conocía mucho a Melania de La Salette). Según éste, en octubre del mismo año será consagrado rey en Reims y diez días después emperador en Aix-la-Chapelle (Aachen, Aquisgrán, capital de Carlomagno); y se llamará Enrique V. Nombre que le dan también otros, como María Julia Jahenny, Nostradamus, etc.
Lo más repetido es que será descendiente de S. Luis IX, rey de Francia de 1242 a 1270 (de la dinastía de los Capetos), o de la flor de lis (=Lirio emblema de la casa real francesa). “El verdadero descendiente de S. Luis”, vimos puntualiza la Bta. Taigi (2).
Especialmente interesante es que el gran Monarca será nombrado por el gran Papa, como hemos visto en la Bta, Taigi, y éste puede ser el significado de otros muchos que lo describen como enviado o dado por Dios, como la frase de Souffrand: “traído por el santo Pontífice”. ¿Tal vez se pudiera servir del secreto de Maximino de la Salette y de otras informaciones guardadas en los archivos vaticanos?
Ya vimos por qué Francia es llamada la hija primogénita de la Iglesia, titulo dado por vez primera por el Papa Anastasio II en carta al rey Clodoveo después de su conversión.
Gregorio IX escribía en una bula de 1239 a S. Luis, rey de Francia; “Dios, como prefirió la tribu de Judá a las otras, así ha escogido con preferencia a Francia para la protección de la fe católica”.Santa Juana de Arco, guerreando por el rey, afirmaba: “El rey de Francia es el lugarteniente del Rey del Cielo. Todos los que luchan contra el santo reino de Francia, luchan contra el Rey Jesús.”
Y S. Pío X, cuando la iba a beatificar, encargaba al obispo de Orleans: “Decid a los franceses que hagan su tesoro de los testamentos de S. Remigio, de Carlomagno, de S. Luis, que se resumen en estas palabras tan repetidas por la heroína de Orleáns: Viva Cristo que es el Rey de Francia”. En la beatificación del Cura de Ars (1905) había dicho: ésta “ prueba que Dios mantiene su predilección por Francia muy pronto obrará prodigios que nos darán la alegría de constatarlo por los hechos”. Y el 27 de noviembre de 1911: “El pueblo que hizo alianza con Dios en las fuentes bautismales de Reims se arrepentirá y volverá a su primitiva vocación… y el Señor le dirá: Hija primogénita de la Iglesia, nación predestinada, vaso de elección ve a llevar mi nombre a todos los pueblos y a todos los reyes de la tierra”.
Pío XII en 1937 (13 de julio) poco antes de ser Papa, proclamaba: “Desde el mismo día que el primer heraldo del Evangelio pisó las Galias, la fe en Cristo y la unión con Roma, centro de la Iglesia, es para Francia la ley misma de su vida… Y el miércoles santo de 1946: “Su misión es difundir en el mundo la verdad, la justicia, la bondad, el amor en la ley.”
Por eso la prosperidad y gloria de Francia está vinculada a que cumpla esa misión divina, y su prevaricación o traición a ella, es la causa de sus castigos. Esto puede decirse de alguna manera de todas las naciones católicas, sin embargo, a su luz se entienden mejor las predilecciones de la Medalla Milagrosa, La Salette, Pellevoisin (escapulario del S. Corazón), Lourdes, etc. Por algo Juan XXIII el 18 de febrero de 1959 explicaba que en el plan de Dios cada nación tiene una misión, y que califica la de Francia la divisa: Reino de Francia, reino de María.
También a la luz de la misión de Francia como nación, se entiende mejor el mensaje del Corazón de Jesús a Luis XIV por medio de Santa Margarita María, en 1689, pidiendo: 1º.) La fiesta a su Corazón (instituida en 1765). 2º.) Una basílica nacional dedicada a Él (Montmartre, construida en 1873). 3º.) Consagración de Francia al Sagrado Corazón; y 4º.) Colocación del Sagrado Corazón en la bandera nacional.
Estas dos peticiones aún no se han realizado aunque llevan consigo la promesa que así “Dios le dará siempre la victoria sobre sus enemigos y sobre los enemigos de la religión” (pues, obviamente, solo contra ellos luchará). Luis XIV no las atendió, y ese año 1689 fue el principio de la decadencia de Francia, Sin embargo, algún día no lejano se cumplirán.
Notas
(1)Profecía atribuida también a Juan de Vatiguerro, pero que con el título “La gran predicción de S. Cesáreo, arzobispo de Arlés, fue encontrada entre los papeles de Mons, du Lau arzobispo de Arlés, martirizado durante la revolución francesa, y luego ampliamente divulgada y traducida a varios idiomas (cfr. Víctor).(2) ¿Quién, por tanto? No vamos a dilucidar cuestión tan debatida) cfr. el libro de E. Muraise). Hay al menos 12 pretendientes al trono de Francia, sin contar a los descendientes de Napoleón. Atendiendo exclusivamente a la línea masculina primogénita pública, sería el Duque de Cádiz, y sólo los Borbones españoles unen el león a la flor de lis, de acuerdo con la profecía de Orval; pero no se dan otros detalles citados (Y se alega la discutible renuncia de Felipe V para sí y sus descendientes al trono de Francia; así como la de su padre D. Jaime, y su matrimonio morganático.) Algunos se dicen descendientes desconocidos de Enrique III o de Carlos IX (S. XVI), y sobre todo de Luis XVII (hijo de Luis XVI guillotinado, que algunos sostienen no murió prisionero en el Temple a los diez años en 1795; teoría confirmada por algunos videntes: Souffrand, párroco bretón, 1755-1828, famoso por su santidad y profecías; Ignacio Tomás Martín, ya citado, Josefina Reverdy, 1854-1908, enfermera, vivió en Boulleret, Francia, y se dice la Virgen comunicó este secreto en La Salette a Maximino, quien lo transmitió a Pío IX. “Aquí se ve el candor y la simplicidad de un niño”, fue su comentario)
Tomado del folleto ELTIEMPO QUE SE APROXIMA, del Padre José Luis de Urrutia, S.J. Editado en 1980.
(1)Profecía atribuida también a Juan de Vatiguerro, pero que con el título “La gran predicción de S. Cesáreo, arzobispo de Arlés, fue encontrada entre los papeles de Mons, du Lau arzobispo de Arlés, martirizado durante la revolución francesa, y luego ampliamente divulgada y traducida a varios idiomas (cfr. Víctor).(2) ¿Quién, por tanto? No vamos a dilucidar cuestión tan debatida) cfr. el libro de E. Muraise). Hay al menos 12 pretendientes al trono de Francia, sin contar a los descendientes de Napoleón. Atendiendo exclusivamente a la línea masculina primogénita pública, sería el Duque de Cádiz, y sólo los Borbones españoles unen el león a la flor de lis, de acuerdo con la profecía de Orval; pero no se dan otros detalles citados (Y se alega la discutible renuncia de Felipe V para sí y sus descendientes al trono de Francia; así como la de su padre D. Jaime, y su matrimonio morganático.) Algunos se dicen descendientes desconocidos de Enrique III o de Carlos IX (S. XVI), y sobre todo de Luis XVII (hijo de Luis XVI guillotinado, que algunos sostienen no murió prisionero en el Temple a los diez años en 1795; teoría confirmada por algunos videntes: Souffrand, párroco bretón, 1755-1828, famoso por su santidad y profecías; Ignacio Tomás Martín, ya citado, Josefina Reverdy, 1854-1908, enfermera, vivió en Boulleret, Francia, y se dice la Virgen comunicó este secreto en La Salette a Maximino, quien lo transmitió a Pío IX. “Aquí se ve el candor y la simplicidad de un niño”, fue su comentario)
Tomado del folleto ELTIEMPO QUE SE APROXIMA, del Padre José Luis de Urrutia, S.J. Editado en 1980.
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